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Era 2012, un año muy turbulento. Según una profecía maya, el 21 de diciembre del 2012 se acababa el mundo y la gente estaba en pánico, tal vez mucho pánico. Personas como videntes decían que se les revelaron visiones de lo que sucedería; algunos vieron desastres naturales, otros invasiones alienígenas, pero hubo uno que destacó. Jinpachi Ego, un científico de Japón que advertía sobre una catástrofe sin precedentes que podría acabar con la humanidad. La gente empezó a entrar en pánico colectivo. Todos tenían miedo, todos menos Bachira Meguru.
La vida de Bachira no era tan genial. Nació en Japón, en la prefectura de Chiba, y nunca conoció a su padre, lo cual no le importaba, ya que tenía a su mamá. Bachira en serio amaba a su madre; era la única que lo entendía y comprendía su pasión por el futbol. Bachira juega futbol desde los 6 años, su mayor pasión; jugaba en el parque, donde intentó hacer amigos, pero solo lo molestaban por su personalidad excéntrica. En primaria recibía bullying por lo raro que era y también en secundaria; su único amigo, un monstruo imaginario que se había creado.
Actualmente, Bachira tiene 18 y va al Instituto Namikaze, y aunque no tenía amigos en la escuela, tenía uno en línea, Yoichi_Blue. Bachira lo conoció en Tumblr y de ahí se volvieron inseparables. Ya llevaban 6 años de amistad e incluso planeaban conocerse en la vida real, lo que emocionaba mucho a Bachira porque nunca había conectado tanto con alguien. Ya Bachira tenía planeado todo lo que iban a hacer ese día que se conocieran: jugar futbol juntos, comer panqueques de su madre y jugar en la playa. Todo sería genial, aunque justo hoy es 21 de diciembre y todos aterrados.
Entre esas personas aterradas se encontraba la madre de Bachira. Estaba feliz de que su hijo tuviera un amigo, pero se sentía mal al saber que hoy tal vez se acababa el mundo, como tantos decían. Así que le propuso a su hijo cambiar la fecha a otro día. Bachira accedió de mala gana y tanto él como Yoichi_Blue decidieron cambiar la fecha del encuentro al 2 de enero. Para Bachira estaba bien; era 2 de enero del 2013, lo que significaba que todas esas teorías tontas por fin acabarían.
Pronto los días pasaron y, bueno, no pasó nada. Lo que dejó a todos esos videntes como mentirosos y a todos esos creyentes como tontos, pero eso no le importaba a Bachira. Y no le importaba porque hoy era el día, ¡2 de enero!, el día que conocería a Yoichi_Blue, aunque ahora sabía su nombre real, Isagi Yoichi. La madre de Bachira no estaba en casa, sino en el trabajo. Bachira tenía toda la casa para él solo, así que jugó algo de futbol y, cuando se acercaba la hora del encuentro, se fue alistando, pero algo pasó.
Se escuchó un estruendo fuerte, luego uno mucho más fuerte, y Bachira, aterrado, corrió hasta el sótano y ahí se ocultó antes de oír una enorme ráfaga de sonido que lo ensordeció e hizo perder el conocimiento. Luego de unas horas recuperó la conciencia y se encontró en su sótano todo destrozado. No había luz, así que con su teléfono, como pudo, intentó abrir la escotilla del sótano. Se esforzó mucho, por minutos largos, y cuando al fin lo logró, salió y vio el horror.
Estaba aterrorizado; todo eso del fin del mundo era cierto. Cuando salió, solo vio páramo vacío. ¿Dónde estaban las casas? ¿La vegetación? ¿Los vecinos alegres y los animales cantando? No vio nada de eso, solo vio un marchito nuevo mundo y escuchó alaridos de dolor y sufrimiento de gente que aún quedaba viva. Traumatizado y aterrado, Bachira se volvió a esconder en su sótano y se encerró en este; por suerte, su madre tenía un montón de comida en lata, ya que ella era fiel creyente del apocalipsis del 2012. Así que Bachira simplemente se sentó y lloró, pero decidido a quedarse encerrado ahí hasta que todo mejorara.